viernes, 25 de mayo de 2012

La calidad del sueño mejora con la edad

Envejecer no parece ser un factor de riesgo para dormir mal, según una encuesta realizada sobre 150.000 americanos por investigadores de la University of Pennsylvania y publicado este mes en 'Sleep'.


De hecho, la percepción subjetiva de la calidad del sueño parece mejorar a lo largo de la vida, ya que las personas que ya han cumplido los 80 se quejan menos que el resto de no poder conciliar el sueño. 

Para el líder del estudio, Michael Grandner, "los resultados de su trabajo obligan a replantearse todo lo que sabemos en estos momentos sobre el sueño en los mayores, tanto hombres como mujeres", ya que la idea original de esta investigación era demostrar, sobre una amplia muestra, que se duerme peor con la edad. 

La encuesta, en la que se preguntó a los participantes sobre problemas de sueño y somnolencia diurna, teniendo en cuenta circunstancias como la raza, los ingresos, el estado de ánimo o la salud general, reveló que los problemas de salud y la depresión estaban asociados con un sueño pobre. 

Las mujeres reconocieron sufrir más problemas de sueño y somnolencia diurna que los hombres. Teniendo en cuenta la edad, a excepción de un repunte en los problemas de sueño durante la mediana edad --más pronunciado en mujeres que en hombres--, la calidad del sueño mejoró de forma consistente con el paso del tiempo. Al menos eso era lo que aseguraban los mayores encuestados. 

"Incluso si el sueño entre los americanos más mayores fuera realmente peor que en los adultos jóvenes, los sentimientos sobre esta circunstancia mejoran con la edad", señala Grandner, investigador asociado en los Centros del Sueño y la Neurobiología Circadiana de la Perlman School of Medicine, de la University of Pennsylvania. 

Aumentan los problemas de insomnio por la ansiedad ante la crisis

Expertos en patologías del sueño han detectado que en los dos últimos años, coincidiendo con la crisis económica, se ha registrado una mayor incidencia de personas que tienen dificultades para iniciar o mantener el sueño por la ansiedad e inseguridad personal que les crea la incertidumbre de su situación económica.





El director de la Unidad Valenciana del Sueño, Gonzalo Pin, ha señalado que la "frustración y ansiedad" que provoca tanto perder el trabajo como una situación laboral inestable puede generar alteraciones en el sueño.

También las situaciones que ocasionan un estrés diurno pueden condicionar por la noche la aparición de pesadillas o del bruxismo (rechinar de dientes durante el sueño), un problema que provoca levantarse de la cama con dolor de cabeza y de mandíbula.

Estas dificultades a la hora del sueño afectan por igual a hombres y a mujeres", ha indicado Pin, quien ha explicado que en su unidad atiende a personas "de todos los estamentos, desde altos ejecutivos que se han quedado en la calle hasta un trabajador de la construcción".
       
En estos problemas de sueño "no hay distinciones, no es una cuestión de cultura, sino de inseguridad de la situación personal, y esto se da en todas las capas sociales y en ambos sexos".